El bañador es la prenda estrella del verano. Cuando lo sacamos por primera vez del armario cada año nos invade la alegría porque, de alguna manera está asociado al relax, al descanso y al disfrute.
Podríamos decir que el bañador es casi sinónimo de vacaciones y, aunque lo vayamos a utilizar para ir a la piscina de nuestra urbanización o de un amigo, sabemos que vamos a vivir muchos momentos agradables.
También es cierto que es la prenda que más expone nuestro cuerpo. A menudo, es en el momento de ponernos el bañador cuando nos arrepentimos de aquellos días en los que cambiamos el gimnasio por las tapas del bar. Pero estamos en enero así que no te preocupes, aún tienes 6 meses para ponerte en forma. (tú puedes ????)
Pon tu bañador a prueba
Es importante que te pruebes el bañador antes del verano, es normal que te haga pereza pero no caigas en la tentación de comprarte un nuevo bañador sin probártelo.
La mejor alternativa es comprarte un bañador en una tienda online, ya que permitirá tomarte tu tiempo en casa. Aunque es una prenda sencilla, es importante mirarte bien frente al espejo para ver que te sienta bien tanto por delante como por detrás.
La comodidad es lo primero
Conviene que sea lo suficientemente ancho para estar cómodo ya que esta prenda esta totalmente asociada al ocio y el disfrute. Por lo que es mejor que nos sintamos a gusto con ella.
Otro aspecto para tener en cuenta es el elástico de las cinturas. Es importante que no nos quede holgado ya que nos hará que en un futuro no muy lejano necesitemos unos cordones.
¿Qué largo escoger?
El largo del bañador será aquel con el que mejor nos sintamos. Los slips van a sentar mejor a aquellos que hayan trabajado su cuerpo durante todo el año para estar totalmente fit en verano. Por otro lado, como más largo sea el bañador más nos va a cubrir. Desde nuestro punto de vista, lo importante es que aprendas a resaltar tus virtudes.
La elección más frecuente, son los bañadores que lleguen a media pierna. Este tipo de largo nos permite una mayor movilidad y comodidad. Además que podrás llevarlos con un polo o un jersey fuera de los ambientes acuáticos.
Colores y estampados
Optar por colores discretos nos aportará versatilidad a las prendes y un toque de elegancia. El color azul es un clásico que no pasa de moda y que además es fácil de combinar con polos o camisetas.
Los estampados son una apuesta más fresca que varia en función de la temporada. Si optamos por este tipo de bañadores es posible que tengamos que renovarlo año tras año.
Como siempre, aunque la ropa y el estilo son importantes y no es necesario olvidarse de ello en la playa o en la piscina. El bañador ideal será el que te permita sentirte cómodo sin perder tu estilo y que te permita disfrutar de tus merecidas vacaciones.